Anoche salimos a ver procesiones, callejeando, como siempre, como me gusta; pero me encontré con uns sorpresa. Aparte de ver de nuevo a una muy buena amiga, tuve la oportunidad de ver desde un lugar privilegiado el encierro de la Virgen de la Paloma. Fue muy emocionante poder verlo tan bien, y poder sentir tantas cosas al estar allí en ese momento. Me gustó la saeta que cantaron y me gustaría destacar los momentos en los que los tronos casi se tocaban, con los hombres de trono llevándolos a pulso, a pesar del gran cansancio.
Un agradecimiento especial a mi enfermera favorita, por regalarme esos momentos.
Jokergirl -
jueves, 1 de abril de 2010
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