Desde aquí observo como el tiempo pasa, lento, demasiado lento. Desde mi pequeño rinconcito puedo ver, tan solo a veces, la gente pasar. Los días, monótonos, se amontonan uno tras otro, siempre es lo mismo, haga frío o calor, lluvia o sol, ¿qué más da?
La gente me mira, en ocasiones asustada, otras con extrañeza, y rara vez con pena. Sea como sea, cuando me acerco huyen, supongo que será porque no estoy muy acostumbrado a estar con gente, podría decirse que no me educaron para ser sociable, porque, en el fondo, no es culpa mía.
Es por eso que lo único que he aprendido en esta vida es a defenderme, y si alguien es capaz de acercarse lo suficiente, lo echo de mi lado con fiereza.
A veces, me pregunto el porqué de mi soledad, pero no es algo que consiga inquietarme demasiado, el sonido de mis tripas, rugientes cual león, me impiden concentrarme en ninguna otra cosa.
Esa es mi vida, día tras día, soledad, hambre y abandono. Que engaño, eso que dicen, que somos los mejores amigos; si eso es cierto, desde ya, ruego por no tener jamás enemigos...
Sin embargo, no todo el mundo es igual, para bien o para mal, y hoy podría decirse que aunque no divertido, el día ha resultado ser diferente. A eso del mediodía unas personas se acercaron a darme algo de comer, pero ya no confío en nadie, no quise acercarme. Por la tarde, vinieron otras personas, pero estos nisiquiera se fijaron en mi más de un par de segundos.
Así es la vida, y eso es lo que toca aguantar, porque por injusto que parezca, en ocasiones, toca tragar con la situación.
------------------------------------------
Bueno, pues básicamente es que ayer nos encontramos un perro en estado de abandono dentro de su propia casa (un chalet), está suelto en el jardín y nunca hay nadie, muchas veces lo hemos visto al pasar pero nunca nos hemos fijado demasiado; sin embargo, ayer, nos dimos cuenta de que está extremadamente delgado y se le notan todos los huesos. Se ve que hace tiempo que no se pasan por allí, la razón ya no se cual será, si descuido, si imposibilidad...quién sabe.
Pero lo más triste e indignante de la historia es que los que tienen que hacer algo no lo hacen. La policía ha ido a echar un vistazo y dicen que es que ese tipo de perro son delgados, y que está muy bien...
Pues bueno, está genial eso de lavarse las manos y no complicarse la vida.
Yo solo digo que si son capaces de dejar así a un animal, qué no harán con las personas.
Jokergirl -
viernes, 15 de mayo de 2009
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
2 comentarios:
bueno hay algo mas que dijeron que no te comente, decian que se le veia muy contento :S
sí, vaya, la alegría de la huerta...ahí más solo que la una y sin agua ni comida, un panorama estupendo, yo también daría saltos de alegría...
Publicar un comentario